No sé, no sé, debo de discreparalf_ ha escrit:La alta velocidad el único sitio que veo que tiene sentido en España es entre la frontera francesa y Valencia, que es un tramo que necesita amplia capacidad para mercancías, tiene mucha población que necesita trenes regionales, y con esto tendría la línea muy saturada para permitir trenes rápidos de LD. Por eso yo pienso que se tendría que mantener el ancho ibérico en el CM para regionales y mercancías nacionales, y tener en paralelo las dos vías en UIC para mercancías internacionales y LD.
...el tren tiene que volverse a reencontrar con sus orígenes: ser un transporte muy eficaz que es a su vez muy barato en proporción a la capacidad que tiene, que pueda volver a democratizar el transporte, y no una arrogante delusión de grandeza para las élites.

La línea AVE Frontera francesa - Barcelona - Madrid, ha demostrado que es una línea con unos índices de ocupación bastante aceptables y es junto el corredor Madrid - Sevilla la que más servicios ofrece, los últimos en incluirse los trenes internacionales. Un gran problema es que Madrid y Barcelona, están bastante lejos, y entre ambas nos encontramos con parte de la España rural. Por suerte, a mitad de camino se encuentra Zaragoza, la capital de Aragón y uno de los cinco centros de actividad económica más importante de España. La distancia geográfica se paga y la falta de enlaces entre la España rural y el AVE también, limitando el acceso y por ende, no vertebrando el territorio.
El tren en España nunca ha sido un medio de transporte democratizador, cale recordar que líneas como la Madrid - Aranjuez o el Gran Metropolitano de Barcelona satisfacían muy bien las necesidades de los burgueses adinerados de turno. La primera, para trasladar a la Corte y su séquito a descansar todavía más a orillas del Tajo. Mientras que la línea condal, bien te podía llevar desde la "casita humilde" del Paseo de Gracia hasta el Liceo o a las tiendas de la Rambla y adyacentes.
Tampoco podemos decir que la tan clásica tercera clase fuese democratizadora. Con esos asientos de madera era un destroza culos y permitía, a su vez, estar en un coche rodeado de un tropel de personas bien juntitas para no pasar frío en agosto. La eliminación de esta clase, que coincide con el aumento de concesiones de largo recorrido para autocares, va a desplazar a buena parte de los usuarios de la tercera clase al autocar, otros tendrán que pasarse al 600 o a la clase segunda, ahora conocida como turista, con el consiguiente aumento de los precios.